miércoles, 23 de abril de 2008

CAPITULO VIII.- EL descubrimiento de una vocación.



Raza de capitanes

Por órdenes de Bérulle, a finales de 1613, Vicente de Paúl abandona la parroquia de Clichy, para irse a la residencia de los Gondi, en la calle de Petits Champs, en la parroquia de San Eustaquio. Por segunda vez iba a vivir en un palacio, quizá algo menos lujoso que el de la ex reina Margarita.

Los Gondi era una de las principales y grandes familias de París y que estaban conformados por:

1.- Antonio de Gondi: establecido en Francia era banquero de profesión, sus intereses financieros los llevaba en Lyón. Se caso con María Catalina de Pierre Vivi. Sus hijos fueron:
  • Enrique: fue cardenal de Retz.
  • Juan Francisco, primero fue capuchino y luego primer arzobispo de París, duro treinta años.
2.- Alberto de Gondi: llego al puesto de marqués de Belle Isle y de la Islas de Oro, par y mariscal de Francia, general del ejército real, general de las galeras, Gobernador de Provenza, Metz y Nantes. Se caso con Catalina de Clermont. Y sus hijos fueron:
  • La primera hija fue religiosa en la abadía de Poisy.
  • Carlota de Gondi: se quedó viuda a los 20 años y el resto de su vida se consagró a las actividades caritativas religiosas.
  • Carlos: se entrego a las armas y se caso con Antonieta de Orleáns de la casa real de Francia.
  • Felipe Manuel: (el que entra en la vida de San Vicente) fue general de las galeras, marqués de las Islas de Oro. Era un caballero valiente, ingenioso, recto, piadoso; se caso con Margarita de Silly, señora de Folléville. Sus hijos fueron:
  1. Pedro de once años.
  2. Enrique.
  3. Juan Francisco Pablo que fue cardenal de Retz.

3.- Pedro de Gondi, a los treinta y dos años era obispo de Langres, y a los treinta y cinco en París, Francia confesor de Carlos IX.


Vicente de Paúl entra en la casa de Felipe Manuel de Gondi y Margarita de Silly, porque ellos le habían pedido al P. Bérulle un sacerdote para que fuera preceptor de sus hijos. Cuando Vicente entra en casa de los Gondi, en 1613, la fortuna de estos estaba en pleno apogeo.


Lluvia de beneficios

El señor Vicente desempeño sus funciones en silencio porque seguía viviendo la crisis interior. En 1615 padeció una enfermedad de piernas que le obligo a redoblar su retiro y de la que resentirá toda su vida.

Los Gondi lo apreciaron mucho, se lo ganaron definitivamente, acumulándole beneficios:

  • En 1614 le concedieron la parroquia de Gamaches, de la diócesis de Rouen, cuyo derecho de presentación le correspondía al conde de Joigny.
  • En 1615 el cargo de canónigo-tesorero de la iglesia-colegiata de Ecouis en la que también gobernaba Manuel de Gondi. El 27 de mayo del mismo año toma posesión por procurador. Cuatro meses más tarde 18 de septiembre de ese mismo año, Vicente se presenta para prestar juramento de fidelidad y recibir el osculum pacis por sus compañeros.

En 1616, el preceptor de los Gondi era, simultáneamente, párroco de Clichy, abad de San Leonardo de Chaumes, cura de Gamaches, Canónigo y tesorero de Ecouis.

Los ideales de Vicente, de salir de su situación de pobreza, planteados desde su infancia y en su juventud, se estaban logrando. De haberse contentado con ellas, probablemente la vida de Vicente hubiera acabado en este momento para la historia.

De la parroquia de Gamaches no se sabe si en realidad la llego a tomar, el único documento que se conserva es el de la colocación del beneficio. De la abadía de San Leonardo se desprendió en 1616. El de Ecouis se conservan las actas de cabildo, en que le citan para que responda del cumplimiento de la obligación de residencia, punto que amenazaba con arruinar por completo la fundación.

El cargo de capellán le obligaba a acompañar a la familia de los Gondi en sus desplazamientos: en Joigny, Montmirail, Villepreux y otros lugares de sus extensos dominios. Aun estando con los ricos Vicente le daba prioridad a la atención religiosa de los criados y vasallos de sus señores. En la casa instruía a los domésticos, los atendía en sus enfermedades, los consolaba en sus penas, los preparaba en la víspera de las fiestas solemnes, para la recepción de los sacramentos, en el campo conquistaba a los aldeanos, les predicaba los exhortaba a la confesión.

Existe una carta fechada de 1616 en que solicita al vicario general de Sens permiso para absolver de casos reservados, porque algunas personas querían hacer confesión general y le daba pena dejarlos que se fueran sin confesarse.


De capellán a director de conciencia

Los señores de Gondi empezaron a ver a su capellán como un hombre predestinado, verdadero enviado de Dios para la salvación de su familia. La primera en darse cuenta fue Margarita de Silly, era piadosa hasta el punto de preferir que sus hijos fueran antes santos del cielo que grandes señores de la tierra. Antes de que Vicente estuviera dos años en su casa, pensó hacer de él su director de conciencia, ante la resistencia del capellán recurrió a Bérulle y Vicente obedeció una vez más. Suavemente intentaba desprenderla de sí mismo y enseñarle a depender solo de Dios. Aplicándole el remedio que había ensayado en sí mismo, la oriento con firmeza hacia las obras de caridad.

A Manuel de Gondi le habían matado un familiar, quería vengar el honor de la familia retando al asesino, un noble señor de la corte. Vicente lo exhorto terminado la misa, “permita con toda humildad le diga de parte de Dios, al que acabo de mostrarle y al que usted acaba de adorar, que si no se aparte de ese malvado propósito, el descargara su justicia sobre usted y sobre toda su posteridad”. Dicho esto, el capellán se retiró y el señor de Gondi renuncio a su venganza.


Follévile: “Aquél fue el primer sermón de misión”

Un día de enero de 1617 se encontraba Vicente acompañando a la señora de Gondi en Folléville. Desde la cercana localidad de Gannes, a dos leguas de distancia, llega el aviso de que un campesino moribundo quería confesarse, el P. Vicente acudió al enfermo para escuchar su confesión, le invito el padre que su confesión fuera general y éste a su vez inicio a desgranar todos sus pecados. El enfermo sintió alivio, respiro con libertad, si no fuera por esa confesión general el campesino se hubiera condenado eternamente.

La mayoría de la gente pobre estaba viviendo en la misma situación que el campesino, luego entonces, Vicente y la señora de Gondi, en común acuerdo decidieron invitar a la comunidad a realizar una confesión general. En la semana siguiente el Padre Vicente predico en la iglesia de Foléville sobre la confesión general y la manera de hacerla. Este sermón coincidió con la fiesta de la conversión de San Pablo, el 25 de enero, en que Vicente subió al pulpito y lanzo su sermón para la comunidad. La pobre gente acudió en masa a confesarse, Vicente y compañía no se dieron abasto para administrar el sacramento de la confesión, tuvieron que pedir ayuda por parte de los jesuitas de Amiéns.

Con todo este trabajo, Vicente sintió que esa era su misión, aquella para él era obra de Dios: anunciar el evangelio al pobre pueblo campesino, hasta estas alturas no tenía la idea de una fundación, sólo fue un sermón. Pasarían ocho años para la fundación de la Congregación y sus seguidores celebrarían el 25 de enero como la fiesta del nacimiento de la Compañía.

Otro acontecimiento que marco a Vicente fue que, la señora generala de la galeras le contó que cuando ella era muchacha, se fue a confesar con su párroco y se dio cuenta de que éste no le daba la absolución, por lo que recurrió a otro sacerdote para que le escribiera en una hoja la oración de la absolución, para qué se la diera a su párroco cada ves que se confesara. Esa historia le calo a Vicente interiormente porque se dio cuenta de que el clero no estaba suficientemente formado, por lo tanto Vicente se preocupo por la formación general del clero.

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